No contar con ahorros podría provocar que algún problema financiero, aunque sea menor, le afecte importantemente, y si el mismo se convierte en deuda, su impacto podría ser duradero.

Recientes investigaciones muestran que aquellos individuos que tienen dificultades para recuperarse de algún problema financiero tienen menos ahorros que les protejan de futuras emergencias. Por ello, podrían apoyarse en el uso de tarjeta de crédito o en préstamos para enfrentar el problema, lo que lleva a la generación de deuda que, usualmente, es más difícil de pagar. Estas personas también podrían hacer retiros de otras cuentas de ahorros, como el fondo de jubilación, para cubrir estos costos.

Definir cuánto necesita ahorrar.
Como punto de partida, debe ser una cantidad con la que se sienta cómodo y seguro. A partir de ahí, existe un mínimo recomendado para el fondo de emergencia que será de seis meses de sus gastos fijos mensuales.

Es normal que generar el ahorro que quiere lleve algo de tiempo. A modo de ejemplo, vamos a hacer números. Imaginemos que usted cuenta con unos ingresos de 1000 dólares al mes y unos gastos fijos irrenunciables de 800 dólares. En este caso la cuantía del fondo de emergencia será de 4.800 dólares.

Pongamos que empieza a ahorrar un 5% de sus ingresos o 50 dólares al mes. Tardaría 96 meses en juntar el capital. Si sube la tasa al 10% sólo tardará 48 meses. Lo recomendable es ahorrar entre un 5 y un 20 de sus ingresos de manera constante. Además, lo ideal es mantener el fondo de emergencia con un monto total de sus gastos mensuales multiplicado por 6, dando como resultado que pueda cubrir sus gastos durante 6 meses.

Es mejor tener el fondo de emergencia en una cuenta bancaria u otros productos financieros que, además, le ayudarán a evitar la tentación de usarlo. Lo mejor es no considerar tener el efectivo en su poder.

A la hora de colocar ese dinero no pierda de vista los tres bloques de la planificación financiera a los enlazábamos antes. Además, el lugar donde guarde ese dinero debe cumplir dos condiciones concretas:

Disponibilidad. O como se conoce en términos financieros, liquidez. En otras palabras, poder acceder al dinero de forma sencilla y casi inmediata.
Seguridad. Con su fondo de emergencia no se debe jugar. Apueste por productos sin riesgo donde sepa que no va a perder dinero.

Uno de los errores más comunes en este punto es obsesionarse por rentabilizar el fondo de emergencia. En otras palabras, buscar obtener un beneficio para ese dinero. Recuerde cuál es su principal objetivo para ese “colchón de emergencias”: que esté siempre disponible en un lugar seguro porque puede necesitarlo en cualquier momento.

En este sentido, una cuenta remunerada o un depósito a corto plazo renovable automáticamente serán las mejores opciones.

¿Y la rentabilidad? Para buscar rentabilidad y hacer crecer su dinero ya cuenta con el resto de sus ahorros.

Ahorrar automáticamente es una de las formas más fáciles de hacer crecer sus ahorros consistentemente en el tiempo. Una manera común de hacerlo es estableciendo transferencias recurrentes a través de su cuenta corriente en el banco o cooperativa, de forma tal que el dinero se mueva de ésta hacia su cuenta de ahorros automáticamente. Usted decide cuánto y cuándo transferir, una vez que establezca estas transferencias, estará haciendo contribuciones consistentes a sus ahorros.

Ahorre a través de su empleo.

Otra manera de ahorrar automáticamente es a través de su empleador. Además de aquellas contribuciones hechas por el empleador para su jubilación, usted podría tener la opción de dividir su paga entre su cuenta de cheques y la de ahorros. Si usted recibe su salario a través de depósitos directos, revise con su empleador si es posible dividirla entre dos cuentas. Si usted se siente tentado a gastarlo apenas lo recibe, ésta es una forma sencilla de apartar dinero sin tener que pensarlo dos veces.

¡Seguir ahorrando! El fondo de emergencia para imprevistos es sólo el primer paso hacia la libertad financiera, la red de seguridad mínima. Ahora que ya ha empezado a ahorrar, va a ser más fácil seguir que detenerse. Si le faltan motivaciones ¿qué le parece lograr una jubilación dorada o tomarae un año sabático como objetivos?

Cuando lo necesite de verdad, cuando realmente sea una emergencia y un imprevisto. A modo de ejemplo, si se rompe el carro puede acudir a él, como también si se daña la lavadora. Sin embargo, no debería hacerlo si sabe que vaa a cambiar de carro en un año o que en breve tocará renovar los electrodomésticos. Ese tipo de gastos debe presupuestarlos con el tiempo debido para poder generar un ahorro aparte del fondo de emergencia.